La actitud lo es todo en la vida, es determinante para obtener las victorias colectivas e individuales. Los dos finalistas de la presente UEFA Champions League tienen en común una postura ganadora, quieren, saben y pueden, son dos equipos que reflejan la personalidad de sus técnicos, “el pacificador” Carlo Ancelotti y “el cholo” Diego Simeone. Ni el Real el Atlético eran favoritos contra Bayern y Chelsea, respectivamente, sin embargo, no dejaron resquicio a la duda ni regalaron un minuto de desconcentración, mentalmente aplastaron a sus oponentes y los marcadores globales de las eliminatorias son más que contundentes.
Personalmente, me sorprendió mucho el 5-0 a favor del Real Madrid, especialmente porque ni el más optimista de los madridistas se imaginaba un 0-4 en el partido de vuelta en Múnich, los bávaros fueron anulados hasta el punto de la vulgarización y la impotencia total, los merengues fueron muy contundentes en ambas áreas y utilizaron muy efectivamente el balón cuando lo tuvieron. El blogger del Real Madrid en Eurosport, Antonio Romero, describe muy bien la transformación del conjunto blanco desde la temporada pasada hasta la actualidad: con el anterior técnico se trabajaba desde la imposición, con “Don Carletto” se transmiten las ideas desde el convencimiento, hace un año el Madrid era un manojo de nervios donde la ofensiva dependía principalmente de la inspiración de sus individualidades, hoy el Real es un mar de confianza, sacrificio colectivo y trabajo en equipo, todos brillan más si están al servicio del equipo. Un verdadero espectáculo.
Por otro lado, el Atlético de Madrid ya ha demostrado sobradas veces su fortaleza (el hecho de nunca ser considerados favoritos siempre les ha dado un plus extra de motivación), lo dijo Clareence Seedorf “son una máquina que funciona muy bien”, se devoraron rivales históricos como A.C. Milán, Barcelona y Chelsea en base a un premisa básica: se puede ganar o se puede perder, pero el esfuerzo nunca se negocia, no obstante, este Atlético es mucho más, sería muy fácil decir que es un equipo cuya mayor virtud es su defensa – por eso los han subestimado tanto – en realidad, los colchoneros saben muy bien cómo y cuándo hacer daño a sus rivales, especialmente con la presión alta, su juego eléctrico y las jugadas a balón parado. Rubén Uría ha detallado perfectamenta la evolución del Atlético de Simeone: recibió un equipo a cuatro puntos del descenso en diciembre de 2011, desde entonces ha ganado Europa League, Supercopa de Europa y Copa del Rey (en el mismísimo Santiago Bernabéu al Real Madrid), ese mismo equipo que se viene cayendo desde octubre está a dos partidos de ser campeón de la Liga de España y a un escalón de la máxima gloria europea. Actualmente el Atlético de Madrid es el mayor ejemplo para cualquier equipo modesto del mundo, pues han demostrado que la cuestión principal no es el presupuesto sino la actitud y la mentalidad con la cual se afronta cada minuto, cada entrenamiento y cada partido.
Será la primera final entre dos clubes de la misma ciudad, un derbi histórico, importa poco si el Real triplica o cuadruplica el presupuesto del Atlético, pues un derbi es un derbi y puede pasar cualquier cosa. En el recuerdo de los aficionados colchoneros está la final de Copa de hace un año, los hinchas merengues confían en que este es el año de la Décima. Ambos conjuntos tienen sus herramientas, muy efectivas, ambos son contundentes en ambas áreas y, lo más importante, creen en ellos mismos. La emoción y la épica están garantizadas.
