El A.C. Milán continúa
en caída libre, los tifosi de San Siro han soportado la devaluación
progresiva – tras las ventas multimillonarias de Zlatan Ibraimovich y Thiago Silva - de la plantilla de su equipo, por lo cual,
no extraña su paupérrimo rendimiento en todas las competencias, siendo la
guinda del pastel, la reciente derrota 1-0 en Málaga en Liga de Campeones de
Europa. Casualmente, el equipo andaluz también vendió a sus jugadores más
importantes, pero eso no ha significado la debacle, más bien Pellegrini ha
logrado un equipo bien balanceado que marcha firme en la cuarta posición del
campeonato español y primero con pleno de puntos en tres partidos en su grupo
de Champions. El técnico rosso-nero, Maximiliano Allegri, no ha sido capaz de
encontrar variantes efectivas para llenar el hueco dejado por Ibra en la ofensiva,
prueba de ello, es que han sido blanqueados en cinco de sus once partidos de la
temporada.
Para empeorar aún más
la situación, el presidente del A.C. Milán, Silvio Berlusconi, ha sido
sentenciado (probablemente habrá una apelación) a cuatro años en prisión por
evasión de impuestos; anteriormente el polémico personaje ya había logrado salir
ileso de una serie de acusaciones de corrupción y escándalos sexuales, además, actualmente
enfrenta cargos de haber contratado a una prostituta menor de edad y más tarde
tratar de mover los hilos para sacarla de la cárcel cuando fue arrestada por
robo. Naturalmente, todas estas turbulencias se filtrarían tarde o temprano
hacia el club que gobierna, algo muy triste si tenemos en cuenta que se trata del
equipo con más títulos internacionales en el mundo.
Todos los
acontecimientos alrededor del Milán son cuestiones que se veían venir, ¿por qué
UEFA o FIFA no intervinieron?, ¿se cumplirá realmente el Fair Play Financiero?
Recordemos, según el plan de saneamiento económico de la UEFA , los clubes no deben
depender de una sola figura (como los jeques, por ejemplo) para subsidiar sus
gastos, me parece entonces que en casos como el del A.C. Milán, las autoridades
de UEFA y de FIFA se hicieron la vista gorda. Existen casos similares, como el
Atlético de Madrid – citando a Rubén Uría - gobernado por unos propietarios
ilegítimos (Enrique Cerezo y Miguel Ángel Gil Marín), que se olvidan
temporalmente mientras los equipos obtienen buenos resultados, pero lo
preocupante es sentir que la justicia no es tan ciega en las instituciones redactoras
de las leyes administrativas del deporte rey.
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@FanToxico
Con información de CNN en español.
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