En muchos medios deportivos
venezolanos se ha calificado el empate a un gol de la Vinotinto como local ante
Ecuador como un buen resultado, pues permite al combinado Nacional
alcanzar, junto a Chile y Uruguay, puestos de clasificación al Mundial de
Brasil 2014. Yo estoy totalmente en desacuerdo, el empate en casa ante un rival
“de la misma jerarquía” es bastante pobre, especialmente por el desarrollo del encuentro; más bien me parece una oportunidad desperdiciada para escalar realmente en la
tabla, además, Ecuador nos ganó 2-0 en Quito y, en caso de hacer falta un
desempate con los meridionales, Venezuela está en desventaja.
Fue un partido un poco espeso,
Venezuela solo tuvo cierta claridad al inicio de cada mitad, luego el técnico
ecuatoriano, Reinaldo Rueda, hizo los ajustes correctos como para anular la
ofensiva local y al mismo tiempo crear peligro al contragolpe. Farías quedó
a deber nuevamente, comenzando por los once titulares, después con los cambios:
Evelio Hernández, elegido por encima del experimentado Julio Álvarez, era el
supuesto volante de salida en el doble pivote, pero su función de enlace fue
inexistente debido a su nerviosismo; Alexander González volvió a ser un
coladero (como contra Paraguay), tampoco aportó mucho en ataque, entonces yo me
pregunto ¿para qué convocar a Rolf Feltscher si después no será utilizado?, el
naturalizado no es muy habilidoso pero es un seguro en defesa; Pérez Greco
también fue bastante intrascendente ofensivamente hablando y en defensa no
apoyó bien al mencionado González en las coberturas cuando el lateral izquierdo
de Ecuador, Ayoví, subió por su sector; Salomón Rondón se cansó de bajar balones
luchando contra toda la defensa ecuatoriana, sin embargo, sus únicos socios en
ataque (Arango y Josef Martínez, ambos con buena actuación) casi siempre
estaban en inferioridad numérica porque
nuestro D.T. decidió centralizar todas las ofensivas, o al menos ésa es
la impresión. Todas las jugadas consistían
en “dásela a Arango que él resuelve”… bueno, sí, hizo el primer gol, digno
de un crack, posteriormente el arquero rival le sacó un tiro libre del ángulo y
también pegó un palo… pero ya aburre esa opción, además, el aragüeño se mostró
bastante errático durante los últimos minutos del partido. Nuestra selección
dispone de más recursos (demostrados de sobra en La Asunción), pero en vez de repetir las buenas acciones
del último partido, la Vinotinto nunca
amplió la cancha, lo cual permitiría a Josef Martínez o a Pérez Greco tener más
mano a mano contra defensores rivales, tampoco
utilizó bien las bandas, por lo cual, Salomón Rondón nunca recibió un centro
decente.
Acción del Gol de Juan Arango. |
Mención aparte merecen Franklin
Lucena por acudir al rescate de los laterales Rosales y González cuando fueron
desbordados, Fernando Amorebieta fue invulnerable, y el arquero Vinotinto, Dani Hernández, respondió de manera brillante en el segundo tiempo para evitar una catástrofe
mayor.
Me preocupa la vuelta de los viejos
vicios en ofensiva. El primer señalado por la mediocridad de la Vinotinto (como
dije antes, hay muchos más recursos disponibles) y la falla táctica del gol
ecuatoriano (en un tiro de esquina) es el D. T. César Farías. Estamos en la
eliminatoria más pareja del mundo, si se vuelven a ceder puntos jugando como
local, el sueño mundialista quedará en nada. Cuerpo técnico y jugadores deben
revisarse cada uno para corregir las deficiencias y mantener las virtudes. Potencial
hay de sobra, ¿podremos aprovecharlo?, los fanáticos solo podemos observar y
mandar nuestro apoyo, quienes están en la cancha son los futbolistas, de
ellos depende pasar a la historia o convertirse en otros más del montón.
Sí se
puede, ¡VAMOS VINOTINTO!
Imagen tomada de mifutbol.com.ve.
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