jueves, 10 de octubre de 2013

Una Gigantesca Montaña de Excrementos

César Farías y Rafel Esquivel.
Imagen tomada de globovision.com





       Cuando se tiene un blog con temas deportivos tiende a ser desagradable hablar de política, pero, dadas las circunstancias, es imposible no salpicarse con el tema cuando todo lo relacionado con el balompié venezolano está embarrado por la corrupción existente en la Federación Venezolana de Fútbol. El pasado 9 de octubre, el diario Líder en Deportes publicó unos comentarios del ex futbolista paraguayo José Luis Chilavert en los cuales atacaba duramente a algunos dirigentes de la CONMEBOL, en especial a Rafael Esquivel, “no puede ser que el presidente de la federación (FVF) gane más dinero que los clubes... cada día los clubes están más pobres, mientras los que manejan CONMEBOL son multimillonarios”. El otrora arquero paraguayo señaló además poseer pruebas que respaldan sus palabras y que en algún momento Esquivel deberá comparecer ante la justicia (¿?). Espere sentado.


        Antes de comprobar la veracidad de las declaraciones de Chilavert, el DT de la Vinotinto, César Farías ha salido a defender a los directivos de la FVF diciendo “solo está tratando de calentar el partido” (Venezuela – Paraguay por la última fecha de las eliminatorias suramericanas). En Venezuela, solamente los más fieles seguidores del oficialismo son capaces de negar la tragedia que vive nuestro deporte, comenzando por el Ministerio y llegando hasta las instalaciones deportivas de muchos pueblos y caseríos del país (Bejuma, estado Carabobo, donde resido actualmente, es un vivo ejemplo de ello). Por supuesto, la FVF no está exenta del desastre: Esquivel se ha perpetuado en su cargo durante más de una década, la federación no rinde cuentas de ningún tipo y nadie sabe cómo se distribuyen los ingresos por publicidad y de derechos de transmisión en radio y televisión.


     César Farías forma parte de la gran montaña de excrementos que es nuestro fútbol. Una federación corrupta no puede mantener una liga decente que provea constantemente a la selección mayor con jugadores de calidad. No se puede defender lo indefendible. Si por algún milagro la Vinotinto llegase a clasificar al mundial, se verá a todo el aparato propagandístico gubernamental  llenándose la boca con su típico “por primera vez y gracias al apoyo del Gobierno Bolivariano”, cuando fue Empresas Polar quienes se comieron las verdes durante más de dos décadas cuando Venezuela era la sopita del fútbol suramericano, hasta hace cuatro años cuando se impuso a PDVSA como el nuevo sponsor de la selección, así la “Vinotinto somos todos”… pura paja de la buena.


     Al final, quienes pagan los platos rotos no son los directivos de la federación, ni el seleccionador con su cuerpo técnico, pues ellos continuarán ganando muchísimo dinero a costa de las ilusiones rotas de millones de fanáticos venezolanos.







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