viernes, 9 de octubre de 2015

Nuevo Proceso, ¿Los Mismos Errores?

    La Vinotinto regaló tres puntos a selección que vino descaradamente a empatar, el mayor mérito de los paraguayos fue aguantar firmemente en defensa los ataques poco precisos de su rival y aprovechar el grosero error de Vizcarrondo. No existe otra lectura posible.  

     Lamentablemente para el seleccionador venezolano, Noel “Chita” San Vicente, el 0-1 en contra representa un inicio bastante negativo a pesar de que sus apuestas personales, Franklin Lucena como defensa central para tener mejor manejo desde atrás y Gabriel Cíchero como lateral izquierdo, salieron bastante bien. Aclaro: no tengo nada en contra de Cíchero, solamente me parece que su nivel de juego en los últimos tres años ha venido claramente en una curva descendente.  

     He leído y escuchado bastantes análisis en medios venezolanos donde afirman que Venezuela dominó el partido, sin embargo, tal “dominio” es una ilusión, pues siempre se jugó de la forma prediseñada por los guaraníes y la posesión de balón de la Vinotinto resultó insulsa durante muchos parajes del encuentro, el mejor ejemplo de esto fue ver a Salomón Rondón bajando a recibir balones hasta la media cancha porque nunca recibió una pelota entregada de forma decente en el área o un centro para aprovechar su poderío aéreo; más allá de algunas jugadas puntuales de Jeffren Suárez (excelente presentación, por cierto) o de Luis Manuel Seijas, al conjunto venezolano le sigue faltando fluidez ofensiva. La vida después de Arango es muy dura.  

¿En cuáles aspectos puede mejorar la Vinotinto?  

     Obviamente, el primer punto es no volver a cometer errores infantiles en defensa que mandan al infierno todo el trabajo táctico entrenado en los días previos y el esfuerzo colectivo durante un partido. Si Venezuela se defiende a un nivel cercano a la perfección, probablemente tendrá opciones de sacar algo positivo en su próximo encuentro en Brasil, especialmente si pueden ser precisos cuando tengan la posesión del balón. ¿Muy difícil?, sí, más no imposible.    Por último, otro elemento clave para el crecimiento de la Vinotinto (actualmente el más distante de alcanzar gracias a la política de la Federación Venezolana de Fútbol) será la elección de mejores sedes para los partidos como local. El estadio CTE Cachamay es una buena instalación y el césped está aceptable, sin embargo, la influencia del público es imperceptible. Nunca debe dudarse de la presión ejercida por el jugador número doce, en las otras naciones suramericanas el patio propio es sagrado y así te lo hacen saber. Probablemente, de disputarse los encuentros en localidades como Caracas, Barquisimeto o el mismo Pueblo Nuevo la implicación y aliento de la hinchada sería mucho más notorio, pero por imposición de las autoridades debido a los cánticos anti-gubernamentales esas sedes han sido descartadas sistemáticamente, especialmente las del centro del país.  

     El momento más importante en la vida es el presente, pero si no se aprende de los errores del pasado, el sueño mundialista de Venezuela quedará para Qatar 2022… o más lejano todavía.

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