Horas antes del partido contra Chile
resalté los méritos del cuerpo técnico y jugadores de la Vinotinto por haber
adoptado una actitud ganadora sin importar el rival de turno, con las dosis
adecuadas de confianza y humildad. Si bien el 0-2 en contra es un duro golpe a
nuestras expectativas, no debería mermar nuestro estado de ánimo y el primer
enfoque debe ir orientado en analizar el partido “en frío” para poder aprender
de las posibles equivocaciones. Para comenzar, debo señalar que Cesar Farías hizo un planteamiento arriesgado
– lo cual está bien, desde mi punto de vista – con una alineación de corte
ofensivo, tratando de presionar la salida chilena y defendiendo con intensidad,
sin embargo, después de unos 70 minutos bastante igualados, los cambios no le
respondieron de la forma esperada, intuyo que Orozco y Del Valle entraron con
la intención de darle mayor vértigo y velocidad a Venezuela, pero ocurrió más o
menos lo contrario, pues el juego ofensivo del equipo se volvió espeso e
impreciso. Me parece un poco triste especialmente por Yonathan Del Valle,
cometió varias pérdidas, además, probablemente no contará con muchas
oportunidades más durante la eliminatoria mundialista. Otro detalle importante
fueron las ausencias de Fernando Amorebieta y Tomás Rincón, se extrañó bastante
al jugador del Bilbao en la zaga, especialmente en la acción del primer gol
chileno (a Matías Fernández solo le faltó medir la velocidad del viento antes
de rematar, tuvo demasiado tiempo para decidir en el área venezolana); el
segundo gol fue más consecuencia de la desesperación de los nuestros para ir a
buscar el empate, bien aprovechada por los chilenos de contragolpe. Al final a los venezolanos nos ha quedado una cierta sensación de impotencia luego de recibir dos goles en los últimos minutos del encuentro.
Quiero señalar, no en forma de
crítica, la presencia intrascendente en nuestras convocatorias de jugadores
como Rolf Feltscher y Andrés Túñez, espero que puedan ser aprovechados en un
futuro cercano, sino, ¿para qué traerlos desde Europa? Por último, debo hablar
sobre un tema espinoso en CONMEBOL: el arbitraje, desde hace bastante tiempo se sabe que la solución para disipar todas
las dudas es traer colegiados de CONCACAF. Después de ver el gol mal anulado
de Perozo por fuera de juego inexistente, lo primero que se me vino a la mente
es que el árbitro es colombiano y a la selección cafetera no le convenía una
victoria venezolana. Por supuesto, yo puedo estar incurriendo en
calumnias, Chile ganó de forma merecida, pero a lo largo de la eliminatoria seguirán ocurriendo jugadas muy
cerradas y dado el actual formato de eliminatorias suramericanas (es decir,
todos en un solo grupo), las polémicas continuarán de no haber un cambio. Claro, también está la opción de poner en todos los partidos a árbitros brasileños, pues los cariocas ya están clasificados de antemano al mundial por ser anfitriones.
Toca levantarse, un tropiezo no es
caída.
¡Vamos Vinotinto!
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vizcarrondo perdido, seija no se donde estaba, julio a. mas en el piso con los chilenos que jugando, di giorgi ya corta mas pero luego se la pasa a los chilenos, miku no bajo una pelota bien, los demas bien, farias mal con esos cambios no teniamos medio campo de contencion matias estaba comenzado a liarla vas meter a guerra, que de paso no habia entrado y ya tenia amarrila, vez a que vizca esta como desconcentrado sube has un cambio que ayude a la defensa, vas a buscar velocidad ok pero no vas hacer los 3 cambios buscando ofenciva y teniendo casi encima de tu a los arqueria a los chilenos
ResponderEliminarErrores de concentración como el del primer gol son inaceptables. Tácticamente Farías hizo cambios buscando mayor ofensiva, pero lamentablemente para la Vinotinto el resultado fue mucho desorden y poca fluidez. Hasta ahora, el cuerpo técnico venezolano ha sabido tomar nota de las fallas de nuestra selección para corregirlas.
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