miércoles, 12 de junio de 2013

Jugar en Casa no ha Pesado

    El juego de la Vinotinto en La Paz fue bastante bueno, dadas las condiciones físicas extremas impuestas por la altura, se obtuvo un buen resultado contra una Bolivia que debe haber realizado su mejor partido - tácticamente hablando - en el actual proceso de clasificatorias, el esfuerzo extraordinario de nuestros futbolistas no fue premiado con la victoria debido a pequeñas distracciones individuales defendiendo saques de esquina y, especialmente, gracias a Renny Vega, quien el viernes pasado cumplió aquel mal presagio presente en muchos fanáticos venezolanos – me incluyo – quienes presentían que en cualquier momento una de sus malas salidas nos iba a costar puntos.

Imagen tomada de venezuelaaldia.com


          Luego vino el partido más importante – hasta ahora - en la historia del fútbol venezolano, recibir a Uruguay en Cachamay, un duelo clave por la pelea del quinto puesto que da acceso al repechaje. Ayer la Vinotinto hizo un partido “típico”, es decir, la estrategia ofensiva “dásela a Arango que él resuelve”, jugadas a balón parado y pelotazos. Se podría afirmar que la defensa venezolana no lo hizo mal, pues el único gol recibido se produjo en una acción individual del crack charrúa Edison Cavani, también hubo un par de jugadas de peligro en los pies de Diego Forlán, pero ya se sabía de antemano una máxima de los uruguayos: la celeste no necesita jugar bien para ganar un partido, así ha sido casi siempre: pegada, maña, garra, la legal y la ilegal; sus arremetidas fueron un recto a la mandíbula y a la psique de los jugadores venezolanos, desconcertados tras el gol en el minuto 28… sin embargo, lo que me pareció insólito fue la actitud del público durante el resto del encuentro, pues apenas se escuchó alguna bulla, era un murmullo. Tal vez para mí es muy fácil decir esto dado que yo vi el partido por televisión en la comodidad de mi casa, no bajo la lluvia y la humedad pegostosa de Puerto Ordaz, pero muchos venezolanos tenemos la sensación de que jugar de local no ha hecho mucha diferencia en estas eliminatorias (exceptuando el partido contra Argentina en Puerto La Cruz, por supuesto), otras selecciones como Ecuador y Argentina han aprovechado cada uno de sus partidos en casa, ni hablar de lo que significa ir al martirio asfixiante de jugar a 3.601 metros sobre el nivel del mar en Bolivia, adicionalmente, los aficionados bolivianos se sintieron durante todo el partido contra Venezuela a pesar de estar en desventaja durante casi todo el partido.

         De las plazas disponibles en nuestro país, solamente Pueblo Nuevo y Caracas tienen la suficiente tradición futbolística como para hacer de cada encuentro una tortura psicológica para el rival. El jugador número doce no mete los goles, pero en muchos casos ayuda muchísimo a levantar la moral de sus conjuntos cuando más lo necesitan. Contra Uruguay el público apenas presionó al árbitro y a los celestes – ni siquiera cuando jugadores como Cavani, Cáceres o Pérez recurrieron a estrategias poco honrosas para sacar de concentración a nuestros futbolistas – para ellos fue “un paseo por el parque”. El saldo final tras el partido para la Vinotinto es caer al sexto puesto y perder a Tomás Rincón por suspensión para el partido en Chile.

Nunca sabremos si con una barra de aficionados incansable Venezuela hubiera sacado el elemento extra para remontar el partido, o al menos, empatarlo. Nunca lo sabremos mientras no se ponga al estadio universitario en condiciones para recibir un partido de eliminatoria. Hagamos un ejercicio: imagínense nada más el infierno para los rivales que significaría el estruendo generado por caraquistas y magallaneros juntos, sé que no debo mezclar béisbol con fútbol, pero ¿se lo imaginan? Las evidencias también indican que solamente en sueños sabremos cómo mejoraría el desempeño de nuestros futbolistas si se terminara el Centro de Alto Rendimiento en Margarita, en fin, hay muchas cosas que la Federación Venezolana de Fútbol ha planificado mal y me parece que la mayoría de las decisiones desacertadas tienen un tinte político en el fondo. La FVF sí ha sido diligente al quitarle por completo el patrocinio a Empresas Polar para dárselo a PDVSA poniendo el eslogan “ahora la Vinotinto es de todos”, pero no así a la hora de construir un estadio decente en el centro del país, IMPORTANTE: cuando digo estadio, es de FÚTBOL con todas sus letras, no un estadio olímpico donde se juega fútbol. No busco echarle toda la culpa de haber cosechado malos resultados en casa (empate contra Ecuador, derrotas contra Chile y Uruguay) a las autoridades deportivas de nuestro país, pero…

Volviendo a lo estrictamente deportivo, a la Vinotinto aún le quedan chances de llegar al mundial y no se depende de otras selecciones para llegar a la meta, es cierto que el camino se ha vuelto muy empinado, no obstante, si blindamos nuestra casa será mucho más probable asistir al mundial.



@FanToxico.



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