La Diversión como Estilo de Vida: Roberto Carlos

"Cuando bailas, tú objetivo no es ir a un lugar determinado de la pista. Es disfrutar cada paso del camino."
Wayne Dyer.
Así es Roberto Carlos Da Silva, la alegría y la sencillez son su filosofía de vida, disfrutando minuto a minuto dentro y fuera de las canchas de fútbol. En una entrevista concedida recientemente a Real Madrid Televisión, el entrevistador le preguntó "¿cuáles han sido los momentos más memorables de tu carrera?", la respuesta del brasileño sintetiza a la perfección su propia personalidad: "todos los días en que jugué fútbol fueron los más felices". Descrito por Antonio Romero como "el defensa feliz", Roberto Carlos colgará los botines al final de la presente temporada, actualmente desempeña simultáneamente las funciones de entrenador y directivo de su equipo, el Anzhi Majachkalá (Rusia), donde juega desde el año 2011. Se retira con distinciones individuales muy destacadas: ocupa el 27º puesto de defensas goleadores según el Instituto de Historia y Estadística del Fútbol de la FIFA (IFFHS - siglas en inglés), obtuvo el FIFA World
Player Plata (1997), Balón de Plata 2002 y es considerado por muchos como el mejor lateral izquierdo de todos los tiempos.
Con la selección mayor de Brasil disputó 125 partidos marcando 11 goles, ganó dos veces la Copa América (1997, 1999), una Copa Confederaciones (1997) y el Mundial de la FIFA en Corea y Japón (2002), durante la segunda de tres convocatorias mundialistas que tuvo. Comenzó su trayectoria profesional a la edad de 14 años, debutó en la primera división carioca en 1990 con el Uniao Sao Joao, dos años después pasó al Atletico Mineiro y al siguiente al Palmeiras donde consiguió dos títulos de liga. En 1995 firmó con el Inter de Milán donde tuvo un año discreto. En 1996 pasó al Real Madrid. Con los "merengues" permaneció hasta 2007 convirtiéndose en el jugador extranjero con más partidos en el club, ganó 4 ligas, 3 UEFA Champions League, 2 Supercopa de España, 2 Copas Intercontinental y 1 Supercopa de Europa. Luego pactó como agente libre con el Fenerbache turco donde ganó una supercopa de ese país.
En 2009 jugó con Corinthians hasta emigrar a Rusia debido a las amenazas de muerte recibidas por él y su familia después de que su equipo fue eliminado en Copa Libertadores el  pasado año.
A pesar de las situaciones difíciles vividas por "el gladiador" (apodado así por el narrador Luis Omar Tapia), siempre le ha encontrado el lado positivo a todo. A los doce años trabajó en una fábrica para ayudar a su humilde familia, no obstante, Roberto se refiere a esa época como "muy divertida, en la fábrica habían mujeres bellísimas y tenía muchos amigos, luego trabajé con mi padre fabricando ataúdes y lo disfrutaba porque estaba con él... en mi casa nunca faltaba nada aunque éramos muy sencillos... a veces cuando había tormenta, como la casa era de madera nosotros nos movíamos con la casa por la brisa". Su espontaneidad, su frescura y su sencillez son palpables en cada entrevista. Su alegría perpetua siempre ha sido muy contagiosa, incluso si uno se encontraba a miles de kilómetros de distancia viéndolo jugar por televisión.