miércoles, 1 de febrero de 2012

La Doble Moral

Las premisas básicas del matrimonio son aplicables al fútbol "... en las buenas y en las malas, en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza..." hasta la muerte. Los grandes personajes de este deporte han sabido permanecer íntegros y fieles a sus valores, sin importar las circunstancias, por eso han pasado a la historia no sólo por sus cualidades técnicas o físicas, sino también por sus personalidades.

Uno de los debates más frecuentes en los programas de opinión deportiva, es si el Barcelona de Guardiola es el mejor equipo de la historia, al margen de las distintas posiciones, lo indudable es que han sido el club más dominante y espectacular en los últimos diez años (los catalanes van aún más lejos, señalan el comienzo de la hegemonía azul-grana desde los tiempos de Johan Cryuff). Actualmente, la racha de ligas consecutivas está seriamente amenazada por un tal Real Madrid de Mourinho. Una de las cuestiones más admirables del Barcelona durante su reciente época dorada ha sido el manejo de las declaraciones, tanto de los jugadores como del cuerpo técnico, siempre correctas, caracterizadas por el respeto y la discreción. Sin embargo, éste parámetro ha comenzado a ser olvidado y, lamentablemente, coincide con el bajo rendimiento del conjunto catalán. La lengua es el castigo del cuerpo, reza un antiguo dicho popular; antes (en las buenas) los jugadores y directivos del Barcelona no hablaban del árbitro y decían que los jugadores del Madrid eran malos perdedores por quejarse tanto, ahora (en las no tan buenas) algunos de ellos han puesto en duda el trabajo de los colegiados, incluso, Xabi Hernández afirmó hace pocos días "este año los árbitros no perjudican más", ¿eso quiere decir que antes los favorecían más?... desde mi punto de vista, no, ni una cosa ni la otra. La cuestión es que en años anteriores, muchos de sus disparos a puerta en momentos críticos sí ingresaban, últimamente o pegan del palo o las saca el arquero o por algún "milagro" simplemente no se mete, es decir, no obtienen los resultados deseados. Así es el fútbol - nadie está descubriendo nada nuevo. En lugar de estar pendiente de pagar sus frustraciones con los demás, los jugadores azul-granas deberían concentrarse en ellos mismos para volver a dominar los partidos, crear múltiples ocasiones, llenar el arco contrario de goles y la retina de los espectadores. Sólo el entrenador Josep Guardiola se ha mantenido cauto dentro del club catalán, ayer declaró "poner en duda el trabajo de los árbitros hace daño al fútbol". Muy cierto.

Casualidad o causalidad, en el Real Madrid han optado por el camino inverso (claro, igual 'Mou' sigue haciendo de las suyas de una forma más subliminal), en el club blanco se dedican a hablar menos y a jugar más, ahora son mucho más contundentes, ganan sus partidos "sin derecho a queja". LA VERDAD ES QUE NI EL BARCELONA NI EL REAL MADRID TIENEN DERECHO A QUEJARSE DE LOS ÁRBITROS, ASÍ COMO LA MAYORÍA DE LOS EQUIPOS PODEROSOS EN ITALIA (Juventus, Inter, A.C. Milán) E INGLATERRA (ManU, Liverpool, Chelsea) siempre son los más favorecidos y con semejantes "trabucos" no necesitan ayuda externa para ganar campeonatos.

Lo más prudente es quedarse callado. Como dicen aquí en Venezuela: "el que tenga rabo e paja que no se acerque a la candela".

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