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El Barcelona
no podrá defender el título continental, ha sido condenado por "una serie
de eventos desafortunados", combinación de errores propios, parcimonia
excesiva, mala suerte y un rival con una contundencia excepcional que -
palabras del mismo Fernando Torres después del partido - no ha sido el mejor a
pesar de clasificar a las finales. Los londinenses llegaron al Camp Nou con la
misma idea del partido de ida: resguardarse bien y salir de contra cuando fuese
posible, como no habían encajado goles en Stamford Bridge podían recibir hasta
2 goles del conjunto catalán sin necesidad de modificar su práctico plan de
juego, pues con marcar un gol de visitante sería suficiente. Ocurrió así,
aunque bajo circunstancias imprevistas debido a los regalos de ambos equipos,
el primero de Terry haciendo la estupidez de la serie (autoexpulsión) y el
segundo obsequio, cortesía de todo el Barsa, quienes se echaron a dormir en el
minuto 45 pensando que todo estaba liquidado después del 2-0, dando la oportunidad
a Lampard con la asistencia y a Ramírez (partiendo como lateral derecho) con la
definición, de lucirse. La 2da mitad fue más de lo mismo: Barsa al ataque y
Chelsea con el autobús en la portería encomendado a Cech, los postes y algún
milagro; Messi falló un penal y pegó un balón en el poste, debe estar viviendo
los peores momentos de su carrera después del palo del fin de semana contra
Real Madrid y del partido de ayer. Algunos dirán que el Chelsea no merece tanto
premio, pero NO ES NADA FÁCIL sacar un empate jugando con diez durante sesenta minutos,
contra el mejor equipo de los últimos tiempos, quienes además, no ceden casi
nunca la pelota. Los jugadores del Chelsea demostraron una condición física impresionante
y una capacidad de concentración excepcional, ésos son sus mayores méritos.
Me voy a poner
un poco supersticioso. Dani Alves declaró antes del partido de ida "el
Chelsea perdió la eliminatoria de 2009 porque después de ir ganando 1-0 no fueron
a buscar el partido, ellos con un hombre más", como queriendo olvidar la
polémica arbitral de aquel entonces, en un partido donde todos los fanáticos y
jugadores del Chelsea se sintieron muy perjudicados. Bueno, tres años después
"el karma" le ha devuelto la moneda, aunque en ésta ocasión, el
árbitro tuvo poco que ver, en Barcelona existe una sensación implícita de injusticia.
Para mí hubo varios factores clave: 1) La lesión de Piqué, ante la ausencia de
un "9 puro", Guardiola suele utilizarlo como poste en ataque - contra
Inter en 2010, por ejemplo - pero su salida dejó al Barcelona huérfano de
centímetros valiosos para el juego aéreo. 2) La falta de acierto del Barsa,
tanto en ataque como en defensa; Drogba solo fue más peligroso que todo el ataque
azulgrana. 3) Poca o ninguna profundidad por las bandas, al no tener buen juego
aéreo, los catalanes trasladaron el esférico la mayor parte del tiempo (fieles
a su estilo) a ras de pasto por el centro, lo cual facilitó en muchas ocasiones
el trabajo de la defensa blue, igualmente, muchas posesiones largas se
volvieron insulsas.
Los
merecimientos en el fútbol son algo totalmente relativo, la justicia en este
deporte es para quien marca los goles. Nada sucede por casualidad.
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