miércoles, 16 de noviembre de 2011

Ahora es Cuando


            Histórico, es el término más relacionado con la Vinotinto en los últimos tiempos debido a resultados hasta ahora, inéditos, “primera vez en cuartos de final en una Copa América”, “primera vez en ganarle a Argentina”, “primera vez en ser líderes (compartido) en una eliminatoria mundialista”... nuestras expectativas nunca habían sido tan grandes. Se inicia un semestre dulce hasta los próximos encuentros oficiales, pero no hay que dormirse en los laureles.

Contra Bolivia, Venezuela estaba en el deber de confirmar a todo el mundo futbolístico (y en especial, a sí misma) su condición de candidato fuerte en la región. Fue un partido con una propuesta mezquina por parte de los bolivianos, a su vez, un examen duro para el combinado nacional (a pesar de enfrentar a la selección de menor nivel futbolístico de Suramérica en la actualidad) porque es muy incómodo enfrentar a un equipo encerrado atrás diseñado para el contra-ataque, siempre es más fácil destruir que construir. Claro, este panorama estaba cantado, así como ya todos conocen el arma principal de la Vinotinto: el balón detenido, a través del cual vino el golazo de Vizcarrondo después de un muy buen cobro de saque de esquina de uno de los “extranjeros”, Julio Álvarez. Tal vez, al combinado criollo sólo les faltó cerrar el partido con un segundo gol en alguna de las opciones de contragolpe ocurridas en el segundo tiempo, no obstante, hubo un gran mérito en poder mantener el marcador a favor sin pasar grandes sobresaltos. Los cambios estuvieron acertados aunque un poco retrasados (para mí, Maldonado no debió ser titular, pero eso ya es para discutirlo en otra ocasión). Lo importante son los tres puntos obtenidos y aún más, los cuatro de seis posibles en los últimos dos partidos.

El objetivo final, todavía está bien lejos, vamos por buen camino. Los partidos porvenires serán cada vez más arduos. AHORA ES CUANDO VIENE LO BUENO. Venezuela se ha ratificado como realidad. Ya no se tendrá la ventaja de ser subestimados. Toca asumir el papel de ser grandes.

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