Los
casos de corrupción y sobornos han sido las noticias dominantes durante los últimos
meses en el seno de la FIFA ,
hasta el mismo presidente de la
Federación , Josep Blatter, ha quedado salpicado del barro
bochornoso. La institución está perdiendo credibilidad, el criterio de las
decisiones está quedando a merced de una sola tendencia (el pensamiento
europeo, es decir, UEFA) causando una peligrosa falta de equidad en
el organismo internacional. Una de los fallos más recientes ha sido desechar la
idea del spray para marcar la distancia de la barrera; los señalamientos – excusas
– para tomar tal disposición fueron diversas, frente a los cuales, la federación
precursora, CONMEBOL, refutó cada uno con argumentos sólidos: “el material no
es biodegradable”, “es muy caro”, “las estadísticas demuestran que la distancia
de la barrera no influye directamente en la conversión de los tiros libres”… La
estadística es cierta, pero resulta totalmente absurdo que el ente regulador de
las normas del fútbol a nivel mundial se base en afirmaciones tan ridículas
para no aprobar el uso de un objeto destinado a ayudar al árbitro en la
aplicación del reglamento.
En países como
Argentina y México se ha continuado con el uso del dispositivo, al fin y al
cabo, les facilitan la existencia a los árbitros, los cuales están
constantemente en el ojo del huracán, ellos generalmente son los primeros
culpables apuntados por los técnicos, por los jugadores y por la afición de
cualquier equipo cuando pierde. Claro, algo tan simple como el respeto de la
distancia de la barrera podría no ser muy determinante en el transcurso de un
partido, sin embargo, se pierde menos tiempo y el equipo cobrador del tiro
libre no se siente “robado”, es decir, la medida del spray evidentemente
contribuye al juego limpio. Personalmente, me parece que FIFA no le dio luz
verde a la iniciativa simplemente por tratarse de una propuesta de CONMEBOL y
no de la UEFA.
¿Dónde está el famoso “fair play” vociferado por FIFA?
Tampoco
quiero poner en un pedestal a la
CONMEBOL , está muy claro que la asociación suramericana está
viciada y desgastada. Uno de los aspectos más graves está en la poca – o nula –
actualización que reciben los árbitros. Igualmente, es increíble que los
partidos de las eliminatorias suramericanas sean dirigidos por jueces
provenientes de un país del mismo sector (bueno, si sólo se tiene un grupo, no
queda de otra), nada de esto es bueno para la transparencia. Por otra parte, la CONCACAF es realmente
obsoleta; exceptuando a México y Estados Unidos, no existe un buen nivel
competitivo. Desde hace una década aproximadamente se sabe la solución: crear una
sola confederación del continente americano… lamentablemente, los intereses
particulares van primero que el desarrollo del fútbol. Nadie quiere dejar de
ser cacique en su pedacito de parcela.
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