La Devaluación de un Crack

En el argot popular del fútbol, un "crack" podría describirse como un jugador extraordinario, con un dominio técnico excepcional, una facilidad de movimientos innata y un talento poco común para hacer goles y/o pases gol. Si se trata de un portero, sería aquel que realiza más paradas.

Fernando Torres posee cualidades que encajan con el concepto "crack" sus estadísticas así lo reflejan, viene haciendo goles desde juvenil con el Atlético de Madrid, club donde debutó en el año 2001, anotó 91 dianas en 241 partidos (en todas las competencias) y llegó a portar la cinta de capitán durante dos temporadas. En el verano de 2007 fue transferido al Liverpool por 25£ millones más el pase de Luis García, con los reds perforó las redes 81 ocasiones en 142 partidos.  Números impresionantes, sin contar sus participaciones con la selección de España con la cual ya ha ganado una Eurocopa y un Mundial. No obstante, a nivel de clubes Torres sólo cuenta con un trofeo de Segunda División de España, un bagaje muy escaso para un atleta con su perfil, una cuenta particular pendiente que ha querido saldar, motivo por el cual decidió mudarse a Londres – por supuesto, el dinero también seduce - el Chelsea lo compró por la cifra récord de 50 millones de libras esterlinas; los "blues" ya habían tratado de ficharlo en años anteriores. Su llegada a la capital inglesa causó gran revuelo, ha sido la transferencia más cara entre equipos dentro de la Liga Premier de Inglaterra.

No ha sido la estadía soñada, con tan sólo 5 goles en 39 partidos, a Torres le ha pesado la presión y, aún más importante, se le ve falto de confianza. El técnico André Villas-Boas lo ha señalado como el sucesor del marfileño Didier Drogba, concediéndole múltiples oportunidades, pero parece que la paciencia de los fanáticos y directivos del Chelsea se está agotando. Simplemente no la mete, además, ha contado con mucha mala suerte (lleva casi una docena de balones estrellados en los palos). Con Drogba disputando la Copa Africana de Naciones, se suponía que los arcos se abrirían de nuevo para el español por tener titularidad asegurada lo cual conllevaría menos presión... no ha sido así, la presión no ha desaparecido. La muestra más reciente se observó en el partido de hoy contra el Norwich correspondiente a la hornada 22 de la Liga Inglesa, donde fue sustituido por Romelu Lucaku en el minuto 77, tuvo un partido triste, desperdiciando una ocasión clarísima al borde del área chica rival, lo peor para él fue el empate en el marcador final, dejando al Chelsea aún más lejos de la pelea por el título.

Fernando Torres no se ha rendido, trabaja horas extra en las prácticas buscando reencontrarse con aquellas fantásticas definiciones que lo convirtieron en un delantero de élite mundial. Quizás, un día no muy lejano "el niño" anote un gol importante y se rompa el maleficio. Ha llegado a un club "grande" con más billete que el Liverpool para construir una plantilla de primer nivel donde se supone que él es el delantero centro, el goleador, la punta de lanza. Ya no quedan excusas, tanto dinero invertido sólo se puede retribuir con títulos.