La prensa madrileña lleva un par de días resaltando los números escandalosos del Real Madrid en la recién cumplida primera vuelta del campeonato liguero, especialmente destaca el impresionante bagaje ofensivo: 67 goles. No obstante, esa misma prensa - a la cual considero la más hipócrita y amarillista en el planeta fútbol - se ha encargado de ventilar rumores de fracturas dentro del vestuario blanco y de un supuesto divorcio entre la afición y Mourinho. Ciertos o no, tanto director técnico como alguno de los jugadores implicados (Sergio Ramos e Iker Casillas) han afirmado rotundamente que no hay tal problema interno, "el grupo está muy unido". Claro, al margen de éstas noticias el Madrid sí tiene una "patología" ciertamente grave, no hace falta ser psiquiatra para realizar el diagnóstico: BIPOLARIDAD. El ejemplo más reciente es del pasado fin de semana. El Atlétic Bilbao es un equipo que ha obtenido buenos resultados contra conjuntos de primer nivel tales como Barcelona y Valencia, después de un inicio prometedor ante el Real Madrid, terminaron goleados. Lo más sorprendente fue el cambio táctico ofensivo exhibido por el equipo dirigido por Mourinho después de perder 'again' contra el Barcelona. Ante los catalanes, los merengues muestran una actitud propia de un equipo menor (Antonio Romero de Dardos Blancos), el miedo a salir goleados ha sido mayor que la ambición de buscar una victoria, es demasiado evidente, especialmente en 'Mou'.
Mañana habrá otro clásico. Otra oportunidad para cambiar las cosas o mantener la tendencia. Un sector soñador de la fanaticada madridista desea un partido a pecho descubierto, ofensivo, valiente, enfocados más en el arco rival que en el marcador, es decir, versión totalmente opuesta del último encuentro en el Bernabéu. Claro, la decisión la tendrá finalmente el técnico portugués; personalmente, no creo que vaya a arriesgar tanto, a éstas alturas lo más importante - como ha afirmado durante todo el mes de enero - es la Liga. Por eso, el D.T. del Madrid ha estado jugando con candela (el honor del Real Madrid destrozado por su máximo rival) porque en realidad La Liga es el único trofeo que le falta en su vitrina particular y piensa conseguirlo cueste lo que cueste, incluso, si el precio es desvincularse de los blancos al final de la temporada… ¿total?, al parecer Mourinho le tiene más aprecio a sí mismo y a los billetes que a algún equipo, sino pregunten en Oporto, Londres (Chelsea) y Milán (Inter).
Tal vez me equivoque y el Madrid salga con la actitud que teóricamente le corresponde, tal vez Mourinho deje el miedo a recibir otro 5-0, tal vez los blancos salen al ataque los 90 minutos… tal vez este Real Madrid deje de ser una ficción y se convierta en una realidad frente al Barcelona. Si sucede, nadie puede garantizarle un buen resultado al Madrid, pero indudablemente habrá un espectáculo nunca antes visto.
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