En Venezuela, únicamente Caracas, Deportivo Táchira y Mineros han contado con canteras productivas por más de una década. Igualmente, Deportivo Petare lleva un par de años implementando programas de integración con su comunidad, seguramente no tardarán en conseguir perlas, después de todo, Petare es el barrio más grande de Latinoamérica. Sin embargo, sólo los capitalinos han sacado provecho económico por ventas de jugadores surgidos en sus fuerzas básicas al aplicar una premisa básica: cuando los directivos del club son informados sobre algún jugador "exportable", proceden inmediatamente a renovarle el contrato para subirle el sueldo y por ende, elevar la cláusula de rescisión. Aunque Deportivo Táchira ya ha comenzado a modificar su política de traspasos, muchos equipos de la primera división nacional ni siquiera tienen buenas canteras.
Resulta un poco lastimoso para los equipos de nuestro país que jugadores como Oswaldo Vizcarrondo o Luis Manuel Seijas hayan sido traspasados por montos millonarios pero sólo un porcentaje ínfimo de ese dinero ha ido a las arcas de clubes venezolanos. Tomás Rincón llegó al Hamburgo alemán por 'sólo' 750.000 €, actualmente está valorado en más de 4.000.000 €.
La gente ha comenzado a llenar los estadios; el siguiente paso es mejorar la gerencia de nuestros equipos para impedir que clubes extranjeros se lleven promesas del fútbol nacional pagando 4 lochas, así el capital de los clubes podrá crecer más, aumentará el nivel de la competición y el beneficiado mayor será el deporte... como consecuencia, también creceremos como sociedad.
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